7 nov 2009

Jaded

Han pasado cosas retorcidas desde la ùltima vez que escribì. El viernes 30 de Octubre fue la kermès de Dìa de Muertos en la escuela. Uno de los dias mas divertidos y deprimentes de mi vida. Ninguno de mis compañeritos de 15 años llegò disfrazado. Bu, que aburridos, yo amè mi disfraz de Harley Quinn y lo hermosos que nos veiamos Lembo y yo posando para todas las fotos que nos pedian. Leches se veìa genial de Jaime Duende, pero realmente usò muy poco la mascara y el sombrero que le hice. La fiesta escolar fue una porquerìa con musica horrenda como charangas, banda y raggeaton (si el objetivo era dar miedo lo lograron), asi que para soportarlo fuimos por un delicioso mezcal. Lo mezclamos alegremente en el salon de Lembo y Leches, creyendo que si bien estùpidos, sus compañeritos no eran culeros. ERROR. Alguna hija de puta (nos imaginamos quien) nos acusò con un Profesor, quien nos revisò las mochilas y no encontrò ni mierda. ¡Toma eso, maldita! Si de algo nos sirven los años tomando donde no debemos es que aprendemos a ser discretos y escurridizos. Mis colegas y yo decidimos dejar esa aberraciòn de fiesta y trasladarla a la Santa Terraza de las Mil Pedas, o sea, mi casa.
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Empezamos tranquilos, solo Los Mugrosos, ahora re-bautizados como Los Etiqueta (siempre pegados a la botella). Cuando nos quedamos sin combustible decidimos tomar el camino honorable taloneando para màs Tony en la escuela. Lembo y yo participamos rapidamente en el concurso de disfraces, pero decidimos retirarnos con elegancia antes de perder. Invitè a un par de chicos de mi salon y a unas amigas que estaban por allì, que prometieron llegar despùes y cuando tuvimos suficiente dinero escapamos de alli como alma que lleva el diablo, por que era la hora de bailar cumbias entre docentes-alumnos.

Llegaron poco a poco, primero Hefzi, luego los chicos de mi salòn y despues unos conocidos de otros grupos. Jamàs fuimos màs de 10 personas al mismo tiempo. Bebiamos cerveza cuando los conocidos se fueron a comprar Ron. Literalmente nos atascamos. Comenzò a llover y se fue la luz. Teniamos dos opciones: secos a obscuras o mojados en la luz. Llevè al grupo a mi cuarto, subì velas del altar de muertos de mi comedor y dejè a los demàs platicar mientras Lembo y yo... tratabamos ciertos asuntos, muajaja. La luz regresaba y se iba intermitentemente, burlandose de nosotros y nuestras ganas de escuchar mùsica. En uno de esos lapsos luminosos se fueron los anexos y llegò mi amiga Erika. Leches y ella jugaban dominò, Lembo y yo seguiamos en lo nuestro tirados en el suelo cuando llegò Elvira. Regresò la luz y con ella el momento de la hermosa veganza. Ellos se retaban a fondos con el dominò mientras Lembo y yo volvimos a donde nos habiamos quedado cuando la incauta de mi vecina, la que rompio el còdigo de honor en mi cumpleaños metiendose con mi objetivo de ese dìa, entrò al cuarto sin avisar y CRASH, pude escuchar su corazòn rompiendose cuando nos viò a Lembo y a mì con el maquillaje del otro embarrado por toda la cara. Sàdica se lo hice notar haciendo un comentario de que teniamos corrido el maquillaje por el sudor, y poniendo cara de "inocencia". Lembo, en parte por su mal estomago, en parte por las pastillas y el alcohol, salio a la terraza acompañado de Leches. Dejè solas a mis dos amigas y a mi vecina traicionera en mi cuarto para ir con ellos. Lembo recargado en la barda hacia casa del vecino, pàlido, viendose enfermo pero sumamente sabroso bajo la lluvia balbuceaba algo acerca de su panza cuando de repente girò la cabeza al techo de al lado y vomito. Leches y yo nos CAGAMOS de risa con los sonidos que hacìa. Dejò de vomitar justo a tiempo para que la chismosa vecina se asomara para "despedirse" y poder darle el golpe de gracia con un comentario àcido.

Como fetichista dental, y màs que nada para volver al besuqueo, le encarguè a Leches la tarea de supervisar que Lembo se lavara los dientes (siempre tengo un cepillo extra) mientras yo iba con las chicas por màs tabaco. Cuando regresamos, paranoica como de costumbre, le preguntè si se acordaba de todo lo que me dijo cuando estabamos en el suelo, si lo dijo por estar ebrio, si se arrepentìa, etc. Ya sobrio, esta vez Lembo no me decepcionò superando al fin su triste estatus de Plan B. Me lavè los dientes tambièn para emparejar y todos bajamos a ver una peli de horror aprovechando que la luz habìa decidido quedarse. Mientras empezaba "Jeepers Creepers" (chulada de peli) llegò mi amiga Claudia. Yo estaba muy feliz, rodeada de casi todos mis mejores amigos, comiendo palomitas, acomodada contra el pecho de Lembo (besandolo ocasionalmente), viendo la masacreishon y asustandome bastante. Para animar a Leches a ponerse las pilas con Elvira, Lembo hizo el clasico bostezo-para-abrazar y me dio mucha risa. Ese fue el lado hermoso del dìa.
EL LADO MIERDA
Como todo en mi vida, no puedo ser feliz sin que luego me pase una megamamada. A la mañana siguiente, cuando me disponìa a bloggear de mi felicidad me di cuenta de que mi laptop no estaba. Busquè por todos lados, debajo y al lado de mi cama, en los cajones, en todos lados cuando me cayò como balde de agua helada la espantosa realidad. ME ROBARON MI LAPTOP con la que solo llevaba un par de meses y donde tenìa toda mi mùsica, fotos y en general mi vida en archivos, cosas que no respaldè. La perspectiva de estar tres dias (por el puente) sin poder preguntar por ella a la gente que vino me paralizò de horror. Entrè en negaciòn, la rabia me cegò y jurè que cazarìa a los responsables. A pasado una semana y todos se hicieron pendejos. No puedo levantar una denuncia por que habia menores de edad bebiendo en mi casa y nadie aceptarà jamàs que la tomò. De nada sirve mi lista con el nombre completo de todos los que estuvieron aqui. Al principio mi madre se entristeciò sin culparme, ahora se desquita conmigo por impotencia. Yo sigo sin poder aceptar lo que pasò.

Mis amigos dicen que entre todos me van a ayudar para comprar otra, pero tengo el presentimiento de que solo son palabras. Siento que estoy sola en todo esto y que las ideas de Lembo y Leches para sacarle su parte a los que vinieron ese dìa son inùtiles.Me siento perdida, incompleta. Mi mundo generalmente colapsa cuando pierdo algo, pero esta vez incluso me enfermè.

Mi vida siempre ha sido y creo que siempre serà una guerra constante entre el infierno y el paraiso.

Jaded by Aerosmith

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