Hace mucho tiempo que lo extraño, que sueño con èl y despierto sintiendo desasosiego, que mientras escucho mùsica o miro algo que vimos juntos me pongo a llorar. No me permito sacar esas emociones y generalmente logro enjuagar mis làgrimas y continuar mi rutina, por que es la primera vez en mi vida que estoy bien sin buscar o tener una relaciòn, por que no quiero un reemplazo de èl para vivir una mentira, por que quiero enderezar el camino.
Si hubiese sido honesta conmigo misma esta entrada la hubiera escrito hace tiempo, por que extrañarlo no es una novedad. ¿Por que, entonces, escribo hasta hoy? Estaba en el auto con mi familia y pensè en èl, a veces sucede, por que soliamos movernos por aquellos lugares, siempre con sus gafas obscuras, la sonrisa de lado, los guantes para conducir y yo junto a èl, mirandolo, acariciando su mano. Junto a nosotros pasò un auto igual al que el manejaba el dìa del accidente que marcò nuestro fin, un auto como en el que tantas veces escapabamos del tedio juntos. Y me dì cuenta de la manera en la que lo extraño, de que sencillamente no logro superarlo, de que en cada sonrisa que veo, en realidad està la suya. De que lleno mi vacìo con la efìmera calma del alcohol y las manos ajenas. Hoy màs que nunca sentì la urgencia de saber de èl, de ponerme en contacto aunque solo fuera para saber como està y si aùn me recuerda. Decidì ignorar la llama ardiendo en mi pecho y seguir como hasta ahora, en la paz de la ignorancia, en la seguridad de la pasividad, no iba a escribirle. Lleguè a casa y al abrir mi correo vì que me habìa escrito, preguntando por unas cosas que estoy casi segura que no tengo y entendì que era una señal, tal vez no de èl, tal vez no de que era lo correcto, si no de que debìa sacar esto de mi cuerpo. Y siempre fiel a mi misma le escribì la verdad, tal vez menos apasionada que ahora mientras les cuento esto, pero la verdad a fin de cuentas.
Sè que ya no soy la persona que fui cuando estuvimos juntos, que aprendì a la manera dificil lecciones que debìa aprender, que he crecido. Esta vez no lo extrañè con dolor, rencor, ni deseos de aprisionarlo junto a mì como la primera vez. El miedo tiende a marcar mi camino, no hay vuelta atràs para no cometer el mismo error, pues buscar a alguien que te ha olvidado es una manera estùpida de lastimarse. No se que espero de esto, si es que espero algo, no se por que necesito verlo, escucharlo de nuevo, cerrar este cìrculo, pero ahora entiendo que por màs pendeja que me quiera hacer, por màs salidas que busque, yo amo a esta persona. El se fuè, pero continùa en mi pensamiento, en la hora màs obscura de la noche y cuando nadie puede escucharme, me abandono a la descorazonadora reflexiòn de quien se supo completo alguna vez.
Cup of Coffee by Garbage
21 nov 2009
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2 comentarios:
Hola Andrea, querida Pantera:
Creo que el círculo no se ha completado. Quién sabe, igual queda algún capítulo por escribir.
De todas formas, creo que lo que necesitas es cerrar ese círculo y por ello piensas ahora en él.
Debes dejar que la vida siga su curso, sin forzar las cosas ni los acontecimientos.
Y siempre hay un camino que seguir aunque ahora te sea desconocido.
Llegará el día en que todo se hará claro y evidente, mientras tanto, cuídate y sigue con tu vida.
Muchos besos y un gran abrazo!
El Halcón.
Me quede bien pendejo con tu entrada, es muy reflexiva y me has puesto a pensar que pues he llegado a ser culero, y pues eso se siente mal pues cuando se quiere a una persona de verdad pero esta no te corresponde al 100% digamos que tal vez se llega a hacer el balance cósmico del universo, y nos llega a tocar por eso odio la cadena de favores, creo que hay que ser buenos con todo el mundo, te mando muchos saludos.
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