Infierno

El infierno es un viaje largo en domingo con trafico a vuelta de rueda. El calor es abrasador y el aire casi irrespirable. Tienes sed y no tienes agua ni dinero. El auto de al lado tiene la música que mas odias a todo volumen. Te duele la cabeza y tienes ganas de ir al baño. Las piernas se te han dormido, no tienes cigarros, dulces ni nada para leer. En el asiento de atras vienen un par de niños gritando y llorando. Tu amistad mas engreida va en el asiento del conductor parloteando sobre todo lo que ha hecho en su maravillosa vida. Por la ventana ves el cuerpo de un pobre perrito atropellado.

El destino es una sala de espera donde hay mas niños llorones. No hay asientos disponibles, asi que debes estar de pie. No hay ninguna revista para hojear. Aún quieres ir al baño, pero la fila es larguísima. Hay una anciana odiosa a tu lado criticando a la juventud de hoy y hablandote de las bondades de Cristo. Una mujer lleva a su niño pequeño al baño y se mete en la fila.

Cuando logras entrar te das cuenta de que el seguro de ese baño esta roto y debes detenerlo. El suelo y las paredes estan asquerosas, pero parecen limpias comparadas con el retrete. No hay papel y el asiento esta mojado. Todo huele a orines y menstruación. Alquien en el compartimiento de al lado se tira una bateria interminable de pedos sonoros y olorosos. Tus zapatos y el borde de tus pantalones están empapados en una sustancia que prefieres no saber que es en realidad.

Cuando es tu turno en la sala de espera te atiende una empleada incompetente y malhumorada que porta un gafete que indica que está en entrenamiento. Te dice que necesita documentos que no llevas y debes regresar otro día.

Llegas de noche a tu casa temblando por que al creer que haría calor todo el día no llevaste sueter. Tratas de prender la luz y descubres que no hay electricidad. Tratas de lavarte las manos, pero no hay agua. Son apenas las siete. Demasiado temprano para dormir, demasiado oscuro para leer. No hay comida en el refrigerador y te acuestas en tu cama a dar vueltas. Sintiendo las extremidades demasiado calientes y el cuerpo muy frio. Pasan las horas y tu almohada te resulta incomoda, tus sabanas asfixiantes, tu colchon lleno de bultos. La vecina psicopata no para de gritarle a su esposo y un perro ladra frenetico justo frente a tu hogar. Finalmente logras dormirte, despues de revisar mil veces tu telefono y darte cuenta de que tu pareja no ha llamado, ni siquiera ha enviado un mensaje. Tienes pesadillas, pero no puedes despertar.

Despúes de lo que te parecen un par de minutos el despertador suena atronador, apenas y dormiste según tu reloj de pulsera, pero ya se te hizo tarde para tu espantoso trabajo, pues el despertador se desconfiguró por el apagón. Te das cuenta de que debes lavar una pila gigantesca de platos y que no tienes ropa limpia. No hay ninguna llamada perdida, ningún mensaje en tu celular.

Te miras en el espejo y lloras.